Párroco por amor ⛪

Con 39 años Francisco Chiesa creía verdaderamente que su futuro sería la enseñanza y el estudio… estaba convencido de cumplir plenamente la voluntad de Dios…

Pero en los primeros meses de 1913 muere el canónico Juvenal Giaccardi, lo que lleva que su obispo le ofrezca la administración de la parroquia de los Santos Cosme y Damián, y como siempre a obedecer, el venerable responde de estar listo, pero como hombre sincero que era, expresa sus dudas sobre las reales actitudes que conlleva esta nueva función.

Muchos se llegaron a preguntar, incluso sus nuevos parroquianos, quienes desconfiaban un poco de la decisión tomada por monseñor Re. si un hombre que había dedicado toda su vida a los libros y a la educación podría ser un buen párroco, o si podría del mismo modo que era respetado por seminaristas llegar a establecer simpatía con personas comunes y sus problemas en una época de grandes cambios sociales. 

Ceremonia de inauguración del oratorio parroquial (1935).
El Cán. Chiesa, sentado en 1a. fila, es el 3o. a la derecha.

En efecto, el padre Chiesa no fue nunca el párroco que la gente esperaba… fue siempre mucho más...

Fue capaz de escuchar e dar, en sus posibilidades, una respuesta y una mano, sí no dos, a todos: pobres, enfermos, marginados, madres, padres, hijos, amigos y enemigos.

Con su libre proceder, su caminar a cabeza baja por la ciudad, su hablar franco y jamás arrogante, conquistó a pocos rápidamente.

Supo hacer de Santos Cosme y Damián la parroquia modelo, ejemplo para la entera diócesis, gracias no a su individualidad, sino a su incansable obra para promover encuentros, seminarios, grupos y asociaciones.

Fue práctico y concreto… en la tercera página de su diario parroquial, apenas luego dos semanas de su instalación se encuentra escrito:

«Obras a realizar:

1) Llevar a cabo el compromiso hecho con el señor Varaldi en la compra de una parte de la casa y patio anexo a la sacristía.

2) Por fabricar la nueva casa canónica.

3) Reparación de la fachada de la iglesia, reparación interna y ampliación de parte del coro.

4) Reedificación de la granja que está desmantelada.

En el ámbito religioso y moral:

1) Necesidad de un Oratorio masculino y femenino para la atención a la juventud.

2) Un espacio para que los muchachos puedan permanecer unidos a la religión teniendo en cuenta las dificultades de esta etapa.

3) Un libro para que los chicos puedan asistir con devoción a la santa Misa».

Con el transcurrir de los años cumplió todas estas obras y… tantas otras todavía, sin jamás descuidar los otros compromisos que puntualmente el obispo y el amigo padre Alberione le encomendaban confiados.

Bibliografía

-Chiesa, F. (2006). Francesco Chiesa: Un uomo, un prete. Alba: San Pablo.