Las frases fascinan al ser pensamientos poco usuales y condensados, que surgen de
contextos específicos y únicos, de la vivencia de autores reconocidos en todos los
campos intelectuales de la sociedad y que son como un trofeo valioso que se
exhibe, tras una situación que permitió obtenerlo, y lucirlo en el lugar que
conserva mejor su valor y brillantez cada vez que es necesario usarlo: el conocimiento.
Son como píldoras sintéticas cuya
composición química requirió el estudio detallado y la experiencia de cada
componente…
son en últimas como un mosaico hecho de diversas gemas de colores
que representan cada una de las ramas del saber, la ciencia y la técnica.
Algunas son ocasionales, otras elaboradas con esfuerzo y otras fruto de la
recolección de experiencias vividas.
Aunque de por sí estos términos partan de una misma idea, se
puede decir que sin importar la especialización
teórica, las máximas apuntan a enriquecer y unificar el conocimiento, a ser señales de dirección y desarrollo para
la vida de los seres humanos, a llenar de fascinación la ocasional rutina de la existencia.
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